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Tener un sueño, sea personal o profesional, grande o pequeño y
esforzarse por convertirlo en realidad, le da un mayor y verdadero significado a
nuestra vida y nos permite luchar sin rendirnos.
Un sueño puede
convertirse en algo maravilloso para nuestra vida. Todos hemos tenido
sueños en algún momento de nuestra existencia, en lo espiritual o en lo
secular, pero no todos hemos tenido el valor o el estímulo suficiente,
que se necesita para convertir, aquel sueño, en una realidad.
Este sueño
imprime a nuestras actividades cotidianas un mayor sentido de propósito.
Y cuando nuestro sueño lo comparten las personas con quienes vivimos o
trabajamos, entonces es doblemente emocionante. Y si nuestros sueños no lo
comparten entonces es un reto todavía mayor.
La vida tiene que
ser algo más que salir a trabajar y percibir periódicamente un sueldo. Existe
el deseo de más significado y propósito. Todos queremos que nuestra vida y por
tanto nuestro trabajo, tengan importancia, sean parte de una visión más amplia,
y sentir que estamos contribuyendo a la realización de ese ideal.
Sin embargo y
lamentablemente todavía… el mundo está lleno de personas negativas, estas
personas tienen miles de razones para explicarle a uno por qué no se realizarán
sus sueños y muchas veces lo hacen con un poder de convencimiento increíble.
Jesús tenía un
sueño. Salvar a la humanidad, este sueño le permitía soportar, insultos,
rechazos, y todo lo terrible que le sucedió. En lo secular que sueño tienes tú.
En lo espiritual cuál es tu sueño. Cuando una persona no tiene sueños por
lograr, se desanima y por lo general termina en la mediocridad.
Para poder alcanzar
un sueño se necesita:
1. Saber quien soy.
Si yo estoy seguro de lo que soy otros me van a identificar como lo que soy. Marcos
8: 29 “Entonces él
les dijo: Y
vosotros, ¿quién decís que soy? Respondiendo Pedro, le dijo: Tú eres el
Cristo.” Juan 6: 69 “Y nosotros hemos creído y conocemos que
tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.”
2. Saber que
quiero. Lucas 19: 10 “Porque el Hijo del Hombre vino a
buscar y a salvar lo que se había perdido.”
Solo cuando tengo muy en claro que es lo que quiero, logro luchar, y
esforzarme, cuando no sabemos lo que queremos cualquier cosa nos desanima.
3. Saber que cuesta
lo que quiero. Marcos 8: 31 “Y comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del Hombre padecer
mucho, y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por
los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días.” Cuando una persona sabe lo que cuesta lo que
quiere se prepara y esto hace que no se desanime en el momento de pagar el precio.
Lucas lo explica
muy bien, el dice que para construir algo es necesario primero calcular los
gastos para después no terminar avergonzado. Lucas 14: 28 – 29 “Porque
¿quién de vosotros, queriendo edificar una torre, no se sienta primero y
calcula los gastos, a ver si tiene lo que necesita para acabarla? 14:29 No sea que después que
haya puesto el cimiento, y no pueda acabarla, todos los que lo vean comiencen a
hacer burla de él,”
4. Identificar
donde está el obstáculo. V 33 “Pero él, volviéndose y mirando a los discípulos, reprendió a Pedro,
diciendo: ¡Quítate
de delante de mí, Satanás! porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino
en las de los hombres.” Jesús sabía que esas palabras no eran de Pedro, un
hombre luchador y hasta violento. Juan 18: 10 “Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, la desenvainó, e
hirió al siervo del sumo sacerdote, y le cortó la oreja derecha. Y el siervo se
llamaba Malco.”
No todo lo bueno
que nos dicen nos conviene. Mateo 16: 22 “Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle,
diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca.”
No dejes que nadie
te diga que no puedes, inténtalo, lucha, tú eres capaz. Dios no hizo personas inútiles.
5. Debo estar
dispuesto a pagar el precio. V 34 “Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir
en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.” Que es lo que
sueñas, ¿estás dispuesto a negarte muchas cosas para lograrlo?, si quieres ser
un profesional. Vas a tener que sacrificar muchas de las horas de tu sueño. Si
quieres dinero vas a tener que trabajar en los momentos que querías descansar.
Con Jesucristo el
perder es ganar, y el dar es recibir. V 35 “Porque todo el que
quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí
y del evangelio, la salvará.”
Lucha por los demás
pero no te olvides de ti. V 36 “Porque ¿qué aprovechará
al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma?”
La vida espiritual
o secular sin sueños es monótona y vacía, Haz de tu vida un sueño, y de tu sueño una
realidad
Pobre no es el hombre cuyos sueños no se han realizado, sino aquel que no sueña