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Dios nos hizo para vivir felices, todo está dispuesto para ello. Pero muchas veces esto no es posible y empezamos a echarles la culpa a los demás. Esa mujer que me distes, es que no me entienden. Etc.
Muchas
veces creemos que son los demás los que nos contaminan. Pero la palabra de Dios
dice que somos nosotros mismos los que nos contaminamos y contaminamos a los
demás. V 15 “Nada hay fuera del hombre que entre en él, que le pueda contaminar; pero
lo que sale de él, eso es lo que contamina al hombre.”Dios nos hizo para vivir felices, todo está dispuesto para ello. Pero muchas veces esto no es posible y empezamos a echarles la culpa a los demás. Esa mujer que me distes, es que no me entienden. Etc.
No es lo que nos dicen lo que nos
tiene frustrados, es lo que nosotros pensamos y sentimos de lo que nos dicen lo
que nos frustra.
Cuando la biblia habla de corazón
se refiere al ser, a las emociones y sentimientos y no al musculo que bombea
sangre.
Veamos lo que verdaderamente
destruye a un hombre. V 21 “Porque de dentro, del corazón de los
hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los
homicidios,”
1. Los malos pensamientos. 21 a “salen
los malos pensamientos” los malos pensamientos no necesariamente tienen que
ser de pecado. También son malos pensamientos aquellos que nos demeritan como
persona y no nos dejan actuar: no puedo, no soy capaz, soy pobre. También son
malos pensamientos aquellos que nos hacen ser arrogantes. Nadie más sirve, soy
el único. Etc.
2. Los malos deseos. 21 b “los
adulterios, las fornicaciones” los malos pensamientos con el tiempo se convierten
en malos deseos. Que dañan nuestra mente.
3. Las malas prácticas. V 22 “los
hurtos, las avaricias,” los malos pensamientos, convertidos en deseos pronto
nos llevan a practicar lo que es malo.
La maldad esta dentro del hombre. V
23 “Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre.”
Las emociones por lo general
siempre terminan engañándonos. Jeremías 17: 9 “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y
perverso; ¿quién lo conocerá?”
Nuestros deseos descontrolados nos
llevan a prostituirnos delante de Jehová. Números 15: 38-39 “Habla a los hijos de Israel, y diles
que se hagan franjas en los bordes de sus vestidos, por sus generaciones; y pongan
en cada franja de los bordes un cordón de azul.
15:39 Y os servirá de franja, para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos de Jehová, para ponerlos por obra; y no miréis en pos de vuestro corazón y de vuestros ojos, en pos de los cuales os prostituyáis.”
15:39 Y os servirá de franja, para que cuando lo veáis os acordéis de todos los mandamientos de Jehová, para ponerlos por obra; y no miréis en pos de vuestro corazón y de vuestros ojos, en pos de los cuales os prostituyáis.”
Cristo quiere cambiar nuestra
manera de vivir, para esto el nos da:
1. Un nuevo Corazón. Ezequiel 36:26
“Os daré corazón
nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros; y quitaré de vuestra carne
el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne.” En un corazón
sin Cristo solo sale maldad.
2. Una nueva mente. 1 Corintios 2:
16 “Porque ¿quién
conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente
de Cristo.” Solo si
estamos renovando nuestra mente saldrá de ella pensamientos buenos. Efesios 4:23
“y renovaos en el
espíritu de vuestra mente,”
3. Nos da una recomendación, si
queremos vivir bien debemos cuidar nuestro corazón, ese corazón nuevo que Dios
nos dio. Proverbios 4: 23 “Sobre
toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida.”
Tu mente y tu corazón pueden ser tus mejores amigos o tus peores
enemigos.