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Cuando estamos en problemas, pasando por momento verdaderamente difíciles en el área económica. Soñamos con encontrarnos un gran tesoro que solucionaría todos nuestros problemas. Tenemos que decir que estamos como aquel chiste. Un empleado le dice a su jefe. Jefe necesito que me aumente el salario porque hay tres empresas que andan tras de mi…. La empresa de luz, agua y teléfono. Si no pago me quedo sin servicios.
¿Pero sabes que es lo más
importante de un tesoro escondido?....lo más importante de un tesoro escondido
es que se lo pueda encontrar. De qué sirve saber que hay un tesoro muy grande
en algún lugar del mundo, si no se sabe donde esta o como encontrarlo.
Jesús murió y resucito para
propiciar la salvación y la vida eterna,
tan importante que Dios mismo la compara con un tesoro, pero un tesoro
escondido. Mateo 13: 44 “Además, el reino de los cielos es semejante
a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de
nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.”
Jesús hizo algo maravilloso, el
murió y resucito, ¿y qué paso? El mundo cambio, el hombre dejo de hacer maldad.
¡No! Todo sigue igual, ¿Qué paso? Fallo el plan de Dios. ¡No! La muerte y la
resurrección de Jesús solo es la primera parte de ese plan maravilloso de
salvación, para que se cumpla la segunda parte es necesario que el hombre
encuentre ese tesoro escondido. Con la ayuda del mismo hombre.
En casi todo tesoro escondido hay un
mapa, unas pistas para poderlo encontrar.
Pero lo más maravillosos es que
Jesús quiere que nosotros encontremos ese tesoro. Hechos 17: 27 “para que busquen a Dios, si en alguna
manera, palpando, puedan hallarle, aunque ciertamente no está lejos de cada uno
de nosotros.”
El hombre es el medio que Dios
utiliza para dar a conocer ese tesoro. V
7 “Pero id,
decid a sus discípulos, y a Pedro, que él va delante de vosotros a Galilea;
allí le veréis, como os dijo.”
Pero hay algo que nos impide
cumplir con tan importante misión. V 8 “Y ellas se fueron huyendo del sepulcro, porque les había
tomado temblor y espanto; ni decían nada a nadie, porque tenían miedo.” El miedo
es algo que paraliza al hombre y no lo deja avanzar no solo en lo espiritual,
muchas oportunidades de progresar se han perdido por culpa del miedo.
Miedo al rechazo, al que dirán o
simplemente miedo a comprometerse. Todos quieren hacer cosas pero sin tener que
responsabilizarse. Quiere hacer negocios, ganar mucho dinero pero sin
compromiso.
El único que puede quitar el miedo
de nuestro corazón es Jesús. V 9 “Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer
día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de quien había
echado siete demonios.”
Otro enemigo de la misión es la
incredulidad. V 11 “Ellos,
cuando oyeron que vivía, y que había sido visto por ella, no lo creyeron.” Si quieres
tener éxito en cualquier cosa que hagas es necesario que creas en lo que has emprendido.
Jesús lo intento de muchas formas,
pero la incredulidad no los dejaba avanzar. V 12-13 “Pero después apareció en otra forma a
dos de ellos que iban de camino, yendo al campo.
16:13 Ellos fueron y lo hicieron saber a los otros; y ni aun a ellos creyeron.”
16:13 Ellos fueron y lo hicieron saber a los otros; y ni aun a ellos creyeron.”
Un encuentro con Jesús es lo único que
puede ayudarnos para que nosotros seamos útiles en ayudar a otros que
encuentren ese tesoro maravilloso. V 14-15 “finalmente se apareció a los once mismos, estando ellos
sentados a la mesa, y les reprochó su incredulidad y dureza de corazón, porque
no habían creído a los que le habían visto resucitado. 16:15 Y les
dijo: Id
por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.”
El plan de salvación es la obra de Jesús
por lo tanto el mismo es el que se encarga de ayudarnos, lo único que nosotros
debemos hacer es estar dispuestos. V 20 “Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles
el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén.”
Si tu ya encontraste ese gran tesoro
que es la salvación y la vida eterna, no seas egoísta comparte el camino a través
del evangelio para que otros también lo encuentren.
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